Históricamente las esculturas se han realizado en bronce, ya sea por la técnica de moldeo en arena como por la técnica de la cera perdida. El bronce funde a cerca de 1300 grados, por lo que la infraestructura necesario para fundir bronce no es de fácil acceso.
En ACC Técnicas de Escultura normalmente realizamos piezas con la técnica de la cera perdida que consiste en hacer un molde de silicona a la escultura y una reproducción en cera de fundir (siempre hueca, de unos 3-4 mm de grosor, excepto para tamaños realmente pequeños que se hacen macizos). A la figura en cera se le coloca un bebedero cónico por donde entrará la colada de bronce y una serie de respiraderos (cual árbol) para permitir la salida de aires al colar el material incandescente. A esa pieza, se la recubre con una serie de capas de material cerámico hasta conseguir el grosor deseado del molde cerámico, que se meterá en un horno para que se derrita la cera (de ahí el término a la cera perdida, aunque se puede recuperar para posteriores usos) y para que el molde cerámico admita luego la alta temperatura del bronce.
Ese molde cerámico mantenido caliente, normalmente en arena, es el que acoge la colada de bronce fundido. Al enfriarse éste, se rompe el molde cerámico con martillo y sale la figura en bronce, con todo su árbol de respiraderos y bebedero, que habrá que chorrear de arena para terminar de limpiar. Esos respiraderos y bebedero hay que cortarlos con disco metálico y cincelar los encuentros y las posibles juntas. De ahí se podrá pasar a patinar el bronce con el acabado que interese, ya sea con el verde cardenillo, con acabado marrón o azul que son los más comunes. La pátina se realiza con una mezcla de productos químicos y aplicando calor al bronce. Esta patina oxida el exterior de la figura impidiendo así una oxidación mayor por elementos atmosféricos.
El proceso como se puede ver, es largo y ciertamente no barato, pero obtendremos una escultura eterna.